Roma es la gran Babilonia

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"y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA." (Apocalipsis 17:5).

"Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra." (Apocalipsis 17:18).

Vemos, en estos dos versículos, que la mujer es una ciudad que es llamada "Babilonia la grande". Aparentemente esta ciudad es Babilonia.

"Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer," (Ap 17:9).

Puesto que el vs. 5 menciona explícitamente a Babilonia, la expresión "para la mente que tenga sabiduría", en el vs. 9, es una evidencia de que la verdadera identidad de la ciudad no es Babilonia porque si fuera Babilonia, no sería necesaria la sabiduría. El Apóstol Juan, autor del libro del Apocalipsis, con la expresión "para la mente que tenga sabiduría" está indicando la pista definitiva para identificar a la ciudad a la que se refiere. Y esa pista es que un símbolo de esa ciudad es una mujer sentada sobre siete montes. Y, como hemos visto en el aporte "Una mujer sentada sobre siete colinas es un símbolo de Roma", una mujer sentada sobre siete colinas es el símbolo de la ciudad de Roma desde antes de que fuera escrito el Apocalipsis. Y este símbolo era muy conocido tanto para el Apóstol como para todos sus contemporáneos, ya que el sestercio era una moneda de curso legal.

Además, había una costumbre judía, que también adoptaron los cristianos, de referirse a Roma nombrándola como Babilonia y de una manera despectiva. La razón de ello es por las similitudes de los imperios de Babilonia y de Roma. Por ejemplo Babilonia fue el imperio que destruyó el 1r templo de Jerusalén y Roma fue el imperio que destruyó el 2º templo de Jerusalén.

Y ¿por qué el Apostol Juan no escribió explícitamente que esa ciudad era Roma? No lo hizo porque hubiera agravado los problemas de la comunidad cristiana ya que los enemigos del cristianismo acusaban a los cristianos de no someterse a las autoridades. Esta acusación estaba muy difundida a pesar de que los apóstoles apoyaron la obediencia a las autoridades en Romanos 13:1,7; Tito 3:1; 1 Pedro 2:17. Además, si el Apóstol Juan hubiese escrito, explícitamente, que Roma es la gran ramera, es posible que el libro del Apocalipsis, que fue escrito en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:9), donde Juan estaba desterrado, en la gruta del Apocalipsis, hubiese sido quemado y no hubiera llegado hasta nosotros. Así que el Apóstol no quiso escribir la palabra "Roma" y prefirió referirse a ella como Babilonia de manera simbólica, siguiendo la costumbre judía, y así evitar la censura romana.

Por lo tanto, Roma es la gran Babilonia.